Nuestra escuela ha sido pionera en introducir el concepto de integración escolar. La “integración” como modalidad de trabajo avanzó en el transcurso de los años y hoy debemos de elevar la apuesta al reconocernos como escuela inclusiva, dejando la integración como una buena, pero acotada base. Este es un gran reto, que va más allá del programa de inclusión escolar y que nos debe atravesar a todos quienes conformamos esta comunidad educativa.

Es por ello que el viernes 17 de mayo se realizó el taller: "Planificar lo colectivo y lo singular en el aula inclusiva" a cargo de Silvia Dubrovsky, nuestra asesora en inclusión escolar. Participaron docentes de grado y maestros integradores del turno mañana, directivos y coordinadores. Se desarrolló primero una conceptualización de lo colectivo como potenciador de los aprendizajes, la solidaridad y el bien común en un grupo, y luego se trabajó sobre un caso como disparador para la planificación de una actividad en un aula heterogénea que respeta la singularidad y la diferencia.

Como escuela inclusiva nos comprometemos a seguir profundizando estos debates para generar propuestas pedagógicas cada vez más sólidas y diversas. Nuestro objetivo es hacer de la inclusión escolar una vivencia en la que, como dice Constanza Orbaiz, se valoren las diferencias y abra la idea de que hay diferentes modos de ser y hacer en el mundo, y eso está bien.